Durante estos últimos días varios de nuestros ciclistas nos han comentado que ya empiezan a notar los primeros efectos del calor.
A continuación tienes algunos trucos que puedes usar para contrarrestar el efecto del calor.
Calentamiento progresivo
Aunque parezca una redundancia, en situaciones de calor, tienes que calentar antes de hacer un entreno o una competición.
Párate un momento a pensar en la finalidad del calentamiento.
Tu cuerpo tiene una temperatura constante y esta situación es la que deseas mantener.
En el momento de hacer ejercicio la temperatura corporal interna aumenta (producto de las reacciones celulares que se producen para obtener energía hay una energía en forma de calor que se disipa y esto hace que tu cuerpo aumente la temperatura).
¿Cómo autorregula tu organismo el aumento de temperatura interno?
Por un lado con la sudoración, pero hay otros sistemas que no puedes ver y que tienen lugar dentro de tu cuerpo… y precisamente ésta es la finalidad de realizar un calentamiento progresivo.
Piensa que la temperatura del exterior en los meses de primavera-verano es mayor a la temperatura en otoño-invierno… sin embargo tu temperatura corporal (esos 36.6º aproximadamente) es la misma durante todo el año.
En el momento de hacer un calentamiento lo que buscas es aumentar las pulsaciones, encontrar buenas sensaciones, y también darle tiempo a tu cuerpo para que autorregule la temperatura.
En verano el contraste de temperatura puede ser muy elevado (sin contar con el efecto humedad) y está comprobado que el cuerpo humano se siente más “cómodo” autorregulando la temperatura en invierno que en verano.
Así que en el momento de empezar a entrenar, haz el calentamiento muy cómodo y deja que sea tu cuerpo quien te pida subir el ritmo.
¿Agua fría? Sí pero no…
Seguro que en los momentos de mucho calor estás pensando en poner la cabeza en una fuente y “refrescarte”.
Esta opción es válida, pero tienes que ir con mucho cuidado.
Si has seguido la explicación de hace un momento sobre la temperatura corporal interna, entonces ya puedes hacerte una idea de qué le ocurre a tu cuerpo en el momento de mojarte la cabeza con agua muy fría.
Sí… un contraste muy elevado que en ocasiones puede derivar en un golpe de calor.
Por suerte, en los momentos en que estás encima de la bici, los bidones de agua no están sumamente fríos, pero en el caso de haber dejado los bidones en el congelador para tener agua muy fría en el momento de entrenar ve con cuidado.
Para el caso de los corredores (hay quien los conoce como runners…) existe la opción de en el momento de querer mojarnos la cara con agua fría lo hagamos a través de la mano, es decir, que nos mojamos la mano con agua fría y es el agua que tenemos en la mano la que usaremos para mojarnos la cara.
Esta es la mejor manera de “contrastar” mejor la temperatura del agua y conseguir que en el momento de mojarnos la cara no tengamos tanto contraste (mezclamos la temperatura del agua con la temperatura de la mano al contactar con la cara).
En el caso de querer vaciarte medio bidón por la cabeza (piensa que entre el casco y la cabeza también tienes una alta temperatura) ve con cuidado.
Controla la respiración
Por último, otro consejo para combatir las altas temperaturas es controlar tu respiración.
Piensa que entrenar y/o competir en situaciones de mucho calor puede ser un poco estresante, y esto nos lleva a hiperventilar (respirar más forzadamente) en algunas ocasiones.
¿Qué crees que le pasará a tu organismo si entra una gran cantidad de aire “caliente” de repente en tu cuerpo?
Seguro que ya vas cogiendo la idea…
El poder controlar tu respiración lo que hará será que las pulsaciones bajen un poco, que el corazón no se estrese, y esto se traduce que tu organismo podrá dedicar toda su atención a controlar la temperatura.
Uno de los motivos de los golpes de calor es que el cuerpo está tan ocupado regulando la temperatura interna, que en el momento de buscar mucha intensidad el organismo no está preparado para gestionar tantos frentes abiertos.
Sí que puedes ir a tope con situaciones de calor, pero tienes que tener un poco más de cuidado y pensar que tu termostato interior ya está suficiente pasado de revoluciones como para hacer cambios de ritmo muy bruscos.