El entrenamiento de simulación aumenta considerablemente tu confianza en tu habilidad para manejar la adversidad del día de la carrera.
Una competición debería ser divertida, debería traerte alegría y mejorar tu calidad de vida. Sin embargo, a menudo no hace ninguna de estas cosas porque estás poniendo demasiada presión sobre ti mismo. La presión puede provenir de pensar en la cantidad de tiempo pasado lejos de tu familia, el dinero que has invertido en material, viajes, inscripciones, etc, y la necesidad de querer hacer que todo valga la pena. A menudo, esta presión es tan grande que acaba saboteando el día de tu carrera.
Tener las expectativas correctas
Una de las características comunes en todos los ciclistas que recuerdan con alegría un buen resultado deportivo es la relajación de sus expectativas. No estaban ejerciendo ninguna presión sobre sí mismos para lograr un determinado resultado. Estaban centrados en sí mismos y sus propias actuaciones y no estaban preocupados por cómo estaban haciendo con respecto a otros. En sus mentes, no tenían nada que perder y no había presión para lograr un resultado específico. Esto les permitió rendir en el momento y la carrera justa.
Cuando te presentas a una competición con nada que perder, cambia tu mentalidad completamente. Cuando no tienes nada que perder, compites con alegría. En contraste, cuando tienes todo lo que perder, compites con miedo y duda.
Ningún ciclista puede aprovechar su potencial cuando su rendimiento se basa en el miedo y la duda.
Entrenamiento de simulación
No puedes participar en todas las carreras con una actitud de nada a perder, pero puedes hacer algo que aumentará considerablemente tu confianza en tu habilidad para manejar la adversidad del día de la carrera.
Una de las herramientas más eficaces para mejorar tu resistencia tanto mental como física es el entrenamiento de simulación. Piensa en tu próxima carrera y pregúntate estas dos cosas:
¿Cuáles son algunos de los mayores retos de esta carrera?
¿Cuáles son algunas de las dudas que tengo en mi mente?
Sobre la base de tus respuestas a estas preguntas, puedes crear situaciones lo más cercanas posible a las situaciones potencialmente difíciles del día de la carrera y crear oportunidades para practicar tu desempeño en estas situaciones y aumentar tu confianza.
Así, si se presenta (o cuando se presente) esa situación el día de la carrera, tu cerebro procesará el mensaje de “ya sé cómo funciona esto”, en lugar del mensaje, “¿qué diablos está sucediendo?”.
Aquí tienes algunos ejemplos de entrenamiento de simulación:
- Entrenar en un circuito de varias vueltas si tu carrera tendrá vueltas
- Entrenar en diferentes condiciones, como calor, lluvia, viento, etc.
- Parar de golpe en mitad de un entreno simulando un pinchazo o caída
- Iniciar el entreno a total intensidad sin haber calentado lo suficiente
El entrenamiento de simulación te da la oportunidad de prepararte para un ambiente que será similar al que te encuentras durante la competición así que puedes llegar a ser más experto en el rendimiento bajo presión (Driskell, T., Sclafani, S., & Driskell, J.E. (2014) Journal of Sport Psychology).
Te sientes más confiado en ti mismo cuando has tenido éxito anterior en esa tarea específica. El éxito pasado significa que tienes confianza en tu éxito futuro. A menudo, el hecho de no haberte preparado para estos desafíos (que son tus dudas y temores) sabotea tu rendimiento.
El entrenamiento de simulación te ayuda a sentirte cómodo en el momento en que se presentan estos desafíos en vez de enfrentarte a ellos. El entrenamiento de simulación te ayuda a concentrarte en el momento presente y a mantener tu rendimiento en lugar de pensar que todo tu tiempo y tu entrenamiento no ha servido para nada.
Evidentemente, es bastante difícil tener una carrera exactamente igual a lo que has planificado en tu mente. Si acumulas muchas competiciones, llegará un momento en que te enfrentarás a nuevas situaciones. Con lo que podrás plantear nuevos entrenamientos de simulación.
(fuente: Carrie Cheadie)