A todos nos ha pasado alguna vez… no hemos sabido controlar el ritmo y nos ha visitado el hombre del mazo. Te emocionas tanto con el rodaje que comienzas demasiado duro solo para pagarlo más tarde.
Piensa en la historia de la rana que no salta de una olla si la temperatura del agua aumenta gradualmente hasta llegar a hervir: cuando te das cuenta de que algo está mal, ya es demasiado tarde y ya estás cocinado.
Empezar un rodaje demasiado fuerte y demasiado temprano puede ser especialmente perjudicial si la parte más difícil del recorrido es hacia el final, tal y como sucede en muchas pruebas de Gran Fondo actuales.
Para poder enfrentarte a estas encerronas del ciclismo debes ser disciplinado sobre el ritmo.
¿Qué es exactamente el ritmo? Se trata de poder calibrar TU propia capacidad individual para que puedas mantener tu esfuerzo durante un largo período de tiempo y llegar a la línea de meta.
Suena fácil, ¿verdad?
Tener otros ciclistas entusiastas y motivados a tu alrededor hace que tu adrenalina se dispare, lo que dificulta medir tu verdadero esfuerzo. Te parece fácil ir por encima de tu ritmo sostenible desde el principio. Te entusiasma comenzar, subir el primer puerto y seguir al ciclista que tienes delante. Lentamente se va gastando tu energía cuando realmente la necesitas.
Aquí tienes algunas estrategias que pueden ayudarte a evitar al hombre del mazo y llegar más lejos, más fuerte… y más inteligentemente.
1. Conoce tus límites
Escucha tus sensaciones en los entrenos para comprender tu cuerpo y resolver la mejor forma de lidiar con las necesidades básicas de sed, hambre y fatiga sobre la bici. Ponte a prueba y sé consciente del ritmo que puedes mantener durante largos períodos y sé realista sobre lo que no puedes hacer.
2. Mídete
Si eres propenso a emocionarte demasiado y rodar demasiado rápido al principio, establece un límite de velocidad, potencia o frecuencia cardíaca para darte un número tangible que puedas rastrear durante tu viaje. Si te sientes demasiado lento, sigue recordándote a ti mismo que tienes muchos kms por delante y que el segmento más exigente todavía está por llegar.
3. Sigue a ciclistas más experimentados
Usa como referencia a otros ciclistas más experimentados que tú y que sabes que mantienen un ritmo regular para alcanzar tiempos específicos. Seguirlos es una opción de ritmo fácil. Sin embargo, si no dispones de esas referencias, asegúrate de hacer algunos cálculos de antemano para saber qué velocidad es más probable que tengas que mantener a través de esos diferentes sectores para hacerlo dentro de tu tiempo objetivo.
4. Monitoréate
Si te encuentras rodando con otros ciclistas, mide constantemente tu propio esfuerzo. ¿Es muy difícil? ¿La ventaja de estar dentro del pelotón supera los beneficios de seguir tu propio ritmo? Especialmente en grupos grandes, las microaceleraciones podrían sumarse y realmente fatigar sus piernas. Por supuesto, estar en un grupo trae muchas ventajas, pero ¿qué lograrás si eso significa que llegas al puerto principal y no te queda energía para enfrentarte a él?
Para tu próximo rodaje largo o carrera… piensa en TU ritmo.
(fuente: Monika Sattler)