Utiliza algunas de estas técnicas para maximizar tu rendimiento en el momento de enfrentarte a tus retos.
No hay nada más frustrante que “casi” conseguirlo. Has acumulado unas buenas horas de entreno, has cuidado al máximo tu material, has sido consciente con tu alimentación… pero el gran día termina con un mal resultado.
Si tienes que enfrentarte a difíciles condiciones climáticas, los nervios de tu primera competición o un circuito muy exigente, la fortaleza mental puede ser la diferencia entre conseguir tu objetivo y un abandono. Sea cual sea tu nivel, estas técnicas psicológicas podrían ser el factor para superar tus retos.
Puedes ser el deportista más en forma, pero si eres mentalmente inestable no tienes una base sólida en la que confiar
A continuación tienes algunas técnicas que puedes utilizar para mejorar el aspecto psicológico el día de tu competición:
La preparación lo es todo
Tener confianza en tu preparación y saber que vas a conseguir superar los obstáculos del camino te ayudará a mantener la mente centrada durante toda la carrera.
Tan pronto como empieces a desarrollar mejores hábitos mentales, tu capacidad física empezará a mejorar. Debes arrojar capas de temor y dudas fuera para aprovechar el potencial que tienes.
Visualización
Tómate 10-15 minutos al día para visualizar tu estado actual y el estado que deseas conseguir.
Prepara una lista de lo que te está impidiendo avanzar hacia tu situación deseada. Empieza a visualizar la consecución de tus objetivos, victorias, avances y éxitos. A continuación, abre los ojos y trabaja para que esos éxitos sean una realidad.
Imagínate a ti mismo en una competición: imagina los nervios, dudas e incluso tus pensamientos de auto-sabotaje. Piensa en el momento en que te sientes más vulnerable y empieza a bajar tu rendimiento. A continuación, deja esos temores detrás e imagina que avanzas hacia tu objetivo. ¿Es más fácil decirlo que hacerlo? Pruébalo a ver qué pasa.
Desafía tus debilidades
Crea una estrategia mental que te ayude a prepararte para las exigencias de tu disciplina más débil, esto te dará más consistencia a lo largo de toda la carrera.
Las mejoras más pequeñas son las más grandes victorias cuando se trata de tu forma de pensar, ya que cambiar la forma de procesar la derrota, los miedos y las dudas, inevitablemente, va a cambiar tus resultados.
Ir más lejos
Para las distancias más largas en triatlón, el crecimiento mental y emocional es más importante para tener éxito. Una mentalidad positiva y un esquema claro de tus objetivos, puede ser justo lo que te salve cuando la carrera se pone difícil y el dolor empieza a aparecer.
Siéntete cómodo con el dolor
Un estudio israelí encontró que los triatletas pueden experimentar dolor de una manera diferente a los demás deportistas, concluyendo que “es posible que a través de un entrenamiento intensivo, los triatletas pueden haber enseñado a sus cuerpos para suprimir la respuesta a los estímulos de dolor”. Otro estudio encontró que “el entreno de larga distancia mejora tu dureza mental”, lo que te hace más resistente y seguro en tus habilidades.
Entrenando a una intensidad alta para alcanzar tu umbral de dolor, y luego trabajar en esa intensidad, te permitirá construir mecanismos de supervivencia.
No se puede dejar que los sentimientos dicten el resultado, y son pocas las posibilidades de sentirte muy bien durante la carrera, especialmente en tu competición más importante, así que hay que entrenar duro y sentirte cómodo con el dolor.