En el campo del deporte profesional existe un recurso que pocas veces se aplica en el contexto de los deportistas aficionados. Se trata de la valoración pre-día que se les pide a algunos deportistas que realicen de manera propia cuando están en una concentración (también conocidas como training camp).
El concepto es sumamente sencillo si bien hay que saber en qué momentos se puede aplicar y sobretodo en qué perfiles de deportistas.
Durante una concentración de dos o tres semanas con los deportistas y/o los equipos profesionales, una de las ventajas es que disponemos de un complejo turístico o un hotel (incluso en ocasiones excepcionales es posible contar con un pueblo entero a la disposición del equipo) y no existen las obligaciones diarias que pueda tener un padre de familia o una persona de negocios.
Es en ese contexto donde sí que se puede aplicar perfectamente la valoración pre-día, ya que uno de los requisitos es que el deportista, al despertar por la mañana tiene que permanecer unos 5 o 10 minutos en la cama antes de levantarse.
Como puedes ver, aquí ya tenemos un primer impedimento para todas esas personas que se despiertan por la mañana con el tiempo justo, o bien tienen a los niños saltando en la cama para despertarlos.
La finalidad de la valoración es que sea el propio deportista quien antes de poner un pie en el suelo, pueda valorar cómo se encuentra, ya sea tanto a nivel de fatiga muscular como de frescura intelectual.
Si antes de poner un pie en el suelo, nota que tiene las piernas o los hombros agarrotados, esto puede dar información sobre cómo reorganizar ese día de trabajo en el training camp. Muchas veces se puede empezar con una sesión de gimnasio antes del desayuno, con lo que, si las sensaciones son de fatiga, se puede cambiar la primera sesión del día.
Es muy importante hacer una valoración de los niveles de energía y la frescura sobretodo el día siguiente de haber realizado una sesión triple o haber tenido un trabajo de mucha carga, ya que cuando el deportista está tumbado en la cama y aún no ha empezado su rutina diaria es más consciente de su estado.
No es lo mismo tomarse 5 minutos antes de levantarse para “ver” si nos encontramos cansados, que hacer esa valoración cuando ya estamos de pie en la cocina preparando el café.
Para el caso de los deportistas profesionales, la utilidad que nos pueden aportar las valoraciones pre-día son: por un lado, contrastar la capacidad de recuperación después de una larga jornada de entrenamiento y por otro lado tener una información adicional para acabar de ajustar las cargas del día en curso. En ocasiones, los equipos técnicos de los equipos -sea del deporte que sea- tienen varias opciones de entrenamiento preparadas para un día concreto y la decisión de decantarse por una opción más intensa o más relajada puede venir definida por esas valoraciones pre-día que realizan los propios deportistas.
Cómo aplicar la valoración pre-día
En el terreno del deporte aficionado, también es posible realizar este tipo de trabajo, lo único que necesitas es ser consciente de no levantarte de la cama en el momento de despertarte. Tómate 5 o 10 minutos antes de poner un pie en el suelo para analizar cómo te encuentras tanto a nivel físico como mental.
No se trata de una técnica de meditación ni de relajación, sino que más bien es un ejercicio de observación. En muchas ocasiones, este ejercicio te ayudará a acabar de decidir cómo organizar el día que tienes por delante, ya que si por ejemplo a primera hora del día ya sabes que te encuentras un poco más cansado de lo normal, entonces no tiene sentido que quieras hacer una sesión de entreno extremadamente larga, con lo que puedes destinar un tiempo de ese entreno a otras tareas del día. O quizás lo contrario: si un fin de semana realizas este ejercicio y sientes que antes de levantarte te encuentras en plena forma, puedes avisar con antelación en casa que vas a alargar el entreno de la mañana para aprovechar que los niveles de energía están en su punto.
Lo que más nos gusta de este ejercicio de valoración pre-día es que cuando los deportistas se acostumbran a realizarlo en las concentraciones y los training camps, el resultado es que se vuelven mucho más comunicativos con su equipo técnico e incluso llegan a proponer nuevas opciones de entrenamiento.