Muchos de nosotros no le damos importancia al sueño, a pesar de que pasamos casi un tercio de nuestra vida haciéndolo.
¿Por qué dormimos tanto?
Algunas razones evolutivas podrían ser: evitar el peligro durante las horas de oscuridad y minimizar el gasto calórico en épocas de escasez de alimentos.
Las teorías sobre la plasticidad del cerebro también sugieren que el sueño permite que el cerebro forme nuevas conexiones basadas en las experiencias de la vigilia del día.
Sea cual sea la razón real del sueño, sabemos que los efectos de la falta de sueño son profundos. Sin él, nuestro cerebro y nuestras funciones físicas se deterioran rápidamente.
En los seres humanos privados de sueño durante periodos prolongados, aparece la psicosis; algunos animales de laboratorio privados de sueño durante tan solo dos semanas han llegado incluso morir.
En términos menos graves, el rendimiento deportivo también se ve afectado negativamente por la disminución del sueño (tanto en cantidad como en calidad).
¿Qué importancia tiene el sueño en el rendimiento deportivo?
Varios estudios han evaluado la calidad del sueño de los deportistas antes de las competiciones y han demostrado repetidamente que la mejora del sueño estaba asociada a una mejora del rendimiento y de los resultados, tanto en las competiciones individuales como en las de equipo.
En los deportes de resistencia, en concreto, se ha demostrado que el sueño tiene un gran impacto en el rendimiento.
Un sueño de mala calidad conduce a un peor rendimiento, tanto por la aparición más temprana de la fatiga y el esfuerzo percibidos como por los niveles más bajos de glucógeno muscular antes del ejercicio.
También se ha demostrado repetidamente que la falta de sueño afecta a la precisión y al tiempo de reacción de los deportistas.
Aunque a primera vista esto no parece ser un problema para los ciclistas, se puede imaginar cómo podría representar un peligro durante un entreno o una carrera si un obstáculo aparece de repente y se requiere una decisión rápida y una corrección de la dirección.
De hecho, existe un riesgo significativamente mayor de lesiones y enfermedades entre todos los deportistas que no duermen lo suficiente.
El mecanismo exacto de por qué ocurre esto sigue sin estar claro, pero los deportistas que entrenan a volúmenes más altos y que tampoco duermen lo suficiente tienen más de dos tercios de probabilidades de lesionarse que los que duermen lo suficiente.