Antes de empezar a entrenar con un electroestimulador debes saber que no todos ayudan en tu entrenamiento. Para que sea óptimo para el deporte, debe tener una buena sujeción a los músculos y suficientes electrodos para permitir tu sesión completa.
Pero no solo consistirá en colocar los electrodos y entrenar, sinó que se debe decidir a qué músculos vamos a aplicar la estimulación, para conseguir de esta manera una estimulación correcta y óptima para tu entrenamiento.
La mejor manera de trabajar fibras musculares de manera óptima e intensa es buscar un trabajo electroestimulador de alta intensidad pero que sea soportable, para no hacernos daño ni sufrir ningún incidente. Si configuras de tal manera tu dispositivo, podrás realizar un trabajo mayor, afectando positivamente a una mayor cantidad de fibras musculares.
Como comentábamos unas líneas arriba, es importante tener muy en cuenta que la electroestimulación debe ser intensa, pero que debemos sentir unas contracciones fuertes pero soportables. Nunca se puede aplicar una intensidad que no sea soportable para nuestros músculos. El cuerpo debe poder asimilar ese trabajo muscular sin perturbaciones.
Aparte de las necesidades de tu físico, es importante que tengas en cuenta las situaciones ambientales al darle uso. Es importante que lo uses de manera segura y no le des un uso en ambientes altamente húmedos: como piscinas, saunas, etc. Obviamente vas a sudar durante tus sesiones de entrenamiento, eso no será un problema. Pero puedes aprovechar para secar el dispositivo durante tus descansos. Lo más importante es cuidar de los electros y que sigan en un buen estado.
No hace falta realizar largos entrenamientos para que la electroestimulación haga sus efectos. Lo que sí será relevante que hagas, es determinar cuánto tiempo vas a estar dado uso al dispositivo, antes de empezar la sesión.
Si no sabes cuanto tiempo estar realizando tal ejercicio, contacta con un profesional, para que te ayude a determinar el tiempo necesario de uso.
Cada deporte da uso a esta herramienta de manera determinada, según los objetivos del deporte o del atleta particular. En el ciclismo la parte más importante es el aumento y crecimiento de la red de capilares, puesto que esto ayuda a un aumento de la resistencia.
Una de las programaciones del electroestimulador puede permitirte, siempre que esté bien ajustada, desarrollar esta parte de tu sistema circulatorio. En cambio, en el caso del ciclismo se debe tender a usar programas aeróbicos, como con los chalecos de electroestimulación: que permiten seguir el programa mientras se realizan los ejercicios necesarios. Si tu intención fuese mantener un buen estado de forma, sin un deporte específico, la recomendación es que hagas uso de un programa dedicado a la electroestimulación muscular, que te ayude a tonificar tu musculatura durante la sesión de gimnasio o fitness que puedas estar realizando.
En nuestro caso, nos gusta considerar la electroestimulación como un complemento puntual, pero no meterlo «por norma» dentro de la planificación de entreno.
Los programas que más nos gustan (puede haber diferencias de nomenclatura en función de la marca y modelo que tengas) son:
- Preparación Física > Fuerza Resistencia
- Preparación Física > Capilarización
- Preparación Física > Estabilización Core
- Preparación Física > Potenciación
- Recuperación > Masaje Regenerativo
- Recuperación > Recuperación Entrenamiento
Puedes considerar la electroestimulación entre 1 y 2 veces por semana y sobre todo no olvidarte de entrenar sin el aparatito. Puesto que lo más importante es realizar tus sesiones con la intención de disfrutar del deporte y no teniendo que estar siempre pendiente de un dispositivo.