En general, los ciclistas somos un grupo bastante auto motivado. Pero incluso los ciclistas tenemos bajones en la motivación para entrenar durante los meses más fríos del año.
Esta época del año puede ser particularmente desafiante desde el punto de vista de la motivación porque, en su mayor parte, las carreras principales aún está lejos en el calendario.
Aquí tienes tres opciones para alimentar tu motivación para esta época del año.
Establece tu próximo objetivo deportivo lo antes posible
Sin algo bastante desafiante en tu agenda para el futuro, es mucho más probable que cedas ante la necesidad de saltarte una sesión cuando simplemente no tengas ganas. Sin un objetivo importante en el horizonte, una espiral descendente entra en juego.
Los entrenamientos perdidos conducen a una caída significativa en tu estado de forma seguidos por caídas similares en el estado de ánimo, confianza en ti mismo y productividad general en la vida.
Por el contrario, cuando tienes un objetivo decente de alto nivel, lo opuesto tiende a suceder. Apuntar a la meta tiene un efecto positivo en tu motivación. Un objetivo te obliga a presionarte para dar ese primer paso crucial en aquellos días en los que te siento menos dispuesto a ello.
Eso es en gran parte porque tienes miedo de las consecuencias de no hacerlo; es decir, no alcanzar el objetivo de alguna manera.
Planea entrenar con otras personas
Entrenar con otras personas agrega la presión de no decepcionarlos y solo esto es un poderoso motivador. Entrenar con otros también puede ser muy divertido y puede distraerte un poco y darte otra razón más sociable para ir a entrenar.
El entrenamiento vespertino es lo más difícil de motivar. Por lo tanto, adquirir la costumbre de ir a entrenar con otras personas después de tu jornada laboral es una buena solución.
La mayoría de las veces, la presión de tener que aparecer y no decepcionar a alguien más es el factor decisivo para dar el primer paso.
Planifica el día de mañana, esta noche.
Tener la disciplina de pasar dos minutos al final de cada día pensando en qué entrenamiento harás al día siguiente puede ser muy beneficioso.
Cuando trabajas con un plan de entrenamiento establecido, este proceso no es más que una breve visualización de la próxima sesión de entreno; para asegurarte de que tienes todo lo el material listo.
Cuando no trabajas con un plan estructurado a largo plazo (como puede ser el caso en esta época más relajada del año), tómate un par de minutos para planificar qué piensas hacer mañana y cuándo tienes la intención de hacerlo.
El éxito con el entrenamiento en ciclismo es en gran parte producto de la constancia, por lo que estos consejos te pueden ayudar a ser un poco más regular durante las próximas semanas.
(fuente: Andy Blow)